dijous, 18 d’abril del 2013


Los miserables (2012), una nueva apuesta por el cine musical

A lo largo de la historia del cine (sonoro), se han producido muchas películas pertenecientes al género musical; películas que todos conocemos, como: El mago de Oz (1939), Cantando bajo la lluvia (1952), Sonrisas y lágrimas (1965), Grease (1978), etc. Todas ellas combinan, por un lado, diálogo y por otro, interpretación musical de diversas canciones. En cambio, la película Los miserables (2012) es exclusivamente musical, en la que no hay apenas diálogo, es decir, los personajes se comunican continuamente cantando, exceptuando alguna frase, en la que lo hacen hablando. Se puede apreciar que a lo largo de la película sólo hay unas cuatro o cinco melodías distintas, las cuales se van repitiendo, cambiando en cada caso la letra, para adaptarse al contexto o la escena en que se encuentran los personajes.

Los miserables (2012) se trata de una película musical peculiar porque además de (prácticamente) no incluir diálogo hablado, las canciones que interpretan los actores son en directo, es decir, el audio no se ha separado del vídeo para ser modificado posteriormente retocando posibles errores y mejorando la calidad de este, sino que el audio que oímos al ver la película es el que había cuando se grababa cada una de las escenas. Esto se ha hecho, posiblemente, para dar un toque más natural a la historia, ya que es la voz real de dichos actores. Este aspecto también la diferencia de otras películas musicales.

La película Los miserables (2012), dirigida por Tom Hooper y protagonizada por Hugh Jackman, Russell Crowe y Anne Hathaway entre otros, está basada en el musical que recibe el mismo nombre, de Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg, que a su vez está basado en Los miserables, la novela francesa de 1862, escrita por Victor Hugo.



Pero esta no es la única adaptación cinematográfica de la novela –aunque sí es la única musical–. A lo largo del siglo XX se han hecho numerosas películas de Los miserables, en diferentes países, además de alguna que otra serie de televisión y además de dibujos animados sobre dicha novela.

Pero lo que realmente logró dar a conocer casi, se podría decir, internacionalmente, la historia que cuenta Hugo en su novela, fue el teatro musical basado en la misma, iniciado en 1985, el cual sigue aún vigente. El musical de Los miserables, procedente de Inglaterra, ha sido representado en teatros de distintos países y durante más de veinticinco años, y ha sido visto por millones de personas. En vista del éxito que ha tenido, otros países han querido hacer su propio musical, como en el caso de España.

Bajo mi punto de vista, una película no puede transmitir o llegar a las personas, de igual manera que la música. La historia de la novela puede resultar un tanto pesada cuando es transmitida a través de personajes que actúan y hablan entre ellos, pero puede resultar más amena y sobre todo llegar más al espectador cuando se transmite cantando, de forma que se omiten algunas cosas irrelevantes de la historia y se apela mucho más a los sentimientos de cada uno de los personajes. Tal vez esta sea la clave del éxito de dicho musical.
  




Los Miserables, ambientada en la Francia de principios del siglo XIX, trata sobre la vida de Jean Valjan, al cual tras haber estado 19 años preso por robar una barra de pan, le es concedida  la libertad condicional. A pesar de ser libre, es rechazado por la sociedad por ser quién es, así que decide cambiar su identidad y dejar de ser Jean Valjan para siempre. Unos años después se ve convertido en alcalde y en propietario de una fábrica. Una de las trabajadoras de esta, Fantine,  es despedida al descubrirse que tiene una hija. Esta se ve obligada a hacer de todo para poder mantenerla, hasta que acaba enfermando y antes de morir el alcalde le promete que cuidará de su hija. Entonces va a buscar a Cosette, la niña, y marchan de allí escapando del inspector Javert, que había descubierto que el alcalde era el fugitivo Valjan. Después de vivir en distintos lugares escapando de la ley, llegan a un sitio donde Cosette se enamora de un revolucionario, que junto a sus amigos quiere enfrentarse al sistema para acabar con la pobreza y la explotación de las clases bajas. La revolución fracasa, pero gracias al protagonista, Marius sobrevive al ataque y finalmente se casa con Cosette y así Valjan puede morir tranquilo porque sabe que Marius cuidará de ella.

Así pues, se trata de un relato bastante espeso que puede resultar difícil de hacer llegar a la gente y de causar interés. De manera que tras haberse hecho numerosas películas sobre el tema, que quizás no acababan de marcar a la gente,  y tras el éxito que ha tenido el músical, Tom Hooper ha apostado por unir ambas cosas: cine y música, creando una película completamente musical que ofrece lo que el musical, añadiéndole la interpretación de los personajes por parte de actores y actrices, y una puesta en escena mucho más real que permite al espectador adentrarse en la historia más fácilmente.


Se trata de una película que a mí, personalmente, me ha emocionado bastante. Sobre todo destacaría dos escenas: la de Fantine cuando inerpreta Dream I dreamed, cuando ve que lo único que tiene en la vida es una hija a la que ni siquiera puede mantener; y la de Éponine, cunado canta On my own, al darse cuenta de que el chico al que ama es incapaz de percatarse de ello y solo puede verla como una amiga, mientras se enamora de Cosette.



Al principio me costó engancharme a la película porque no estaba acostumbrada a ver películas sin diálogo hablado, pero poco a poco me iba haciendo a la idea y cada vez me sentía más adentrada en la historia. Lo que no me gustó de la película fue el hecho que Cosette y Marius se enamoraran de la nada tras verse una sola vez, cosa que es bastante superficial y poco creíble. En cambio, en otras películas de Los miserables esta parte de la historia está más elaborada. Otro dato que destaco como algo negativo es la duración del film; hay escenas que se podían haber ahorrado para no hacer tan extensa la película (dura 158 min.), porque para personas como yo, a las que les guste la música no les importará mucho, pero la gente que no sea tan aficionada a la música o al menos a ese tipo de música, se les hará eterna.


A continuación os propongo a los que hayáis tenido la oportunidad de verla que digáis vuestra opinión sobre qué os parece que sea musical ¿la música es excesiva o no echáis en falta conversaciones habladas?  ¿Qué os parece que el audio sea en directo: bien porque suena más natural o mal porque falta calidad en las voces? ¿También os ha parecido demasiado extensa? Si queréis podéis contestar comparándola con otras películas musicales que hayáis visto o con otras versiones de la misma.

¡Gracias por vuestra atención!

Andrea Márquez González
Comunicación audiovisual 

1 comentari:

  1. Bona entrada Andrea. He tingut la sort de poder veure aquesta pel•lícula, en canvi, no la mateixa de veure el musical en directe, però, si l’he vist gravat en format vídeo. Són nombroses les crítiques rebudes sobre aquesta pel•lícula, tant bones com dolentes, però, a comparació amb el musical, pot ser trobem més de dolentes que de bones. En la meva opinió crec el format musical, com a tal, s'ha de poder gaudir en directe, ens ha de poder arribar el missatge, el que canten els actors i com ho interpreten a la vegada, d'una forma directa i senzilla perquè pugui enganxar, es pugui seguir el fil conductor de la trama correctament i, realment, es valori, en la seva totalitat, el gran treball que realitzen ja que no es fàcil combinar veu, interpretació i ball a la vegada (més quan es tracta d'una guió i una història tan dura i complexa com aquesta). És precisament això el que potser ha fet difícil enganxar al espectador en la seva extensa durada. No estem acostumats a veure musicals en pantalla i amb una història tant dura i difícil és possible que aquesta atenció es vagi perdent. Un exemple de musical light, digerible, fàcil i còmic passat a pantalla recentment és "Mamma Mia", el qual no podem comparar perquè es tracta d'una historia en la qual el que es busca és únicament passar una bona estona. Independentment de tot això, la meva crítica sobre la pel•lícula és totalment bona, en tot moment es deixa clar el missatge a transmetre, es juga amb uns bons actors capaços de cantar i actuar a la vegada i de donar-nos, tal i com dius, moments tant importants, "de pell de gallina", com el de Anne Hathaway en la seva interpretació de "I Dream a Dream" en el personatge de Fantine. A més, es renova inclús el panorama del àudio al cinema, per aconseguir aquest efecte d'aproximació entre els personatges i el públic, i penso que és un aspecte a tenir molt en comte positivament.

    Sylvia Martínez,
    Publicitat i Relacions Públiques.

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